Al poco tiempo de adoptar como mascota estos indeseables seres, los humanos comienzan a imitar el estilo de vida solitario de los gatos. Como ya he explorado antes, estas criaturas mimadas se convierten en un sustituto a medias de la compañía humana. Lo que es peor, esta codependencia anticristiana se convierte en una excusa para dejarse estar físicamente.
En el caso de la mujer, que es un ser con muy poca fuerza de voluntad, comienza a creer que ella no necesita bañarse incluso puede creer que no necesita ropa nueva. Su compañero felino no la juzgará por esto. La criatura puede incluso disfrutar del olor a almizcle de su propietaria. Y a partir de ahí, la decencia y el decoro se pierden con facilidad. He visto muchos hábitos viles de los dueños de gatos en mi vida.
La concesión que le hemos dado como sociedad a estos peludos para hacer cabriolas a través de mostradores y áreas donde se preparan alimentos es inaceptable. Dejar que ellos laman los sartenes o platos con sobras es asqueroso. Algunos incluso les permiten rondar en torno a la mesa de la cena después de una oración apresurada.
¿Estas personas no comprenden que sólo minutos antes esta misma criatura estaba paseando sus patas a través de las esquinas más sucias de sus hogares? La grieta grasienta e inaccesible para el humano al lado de la heladera, los espacios polvorientos detrás de los sofás, sótanos, húmedos galpones. A muchos de ellos les encanta seguir las huellas de ratones y ratas enfermas.
También están aquellas mujeres que duermen con sus gatos. Sinceramente no se que satisfacción encuentran en estas bolas sucias de pelo. Estos seres buscan los rincones más cálidos de la cama, atrincherándose en los huecos más transpirados del cuerpo de la mujer. Esto es simplemente incorrecto y peligroso.
Para aquellos que tienen la mala suerte de vivir bajo un mismo techo con un gato, cada día es una batalla. Nadie racional puede sentir verdadero amor por estas criaturas que se olfatean y lamen sus genitales al mismo tiempo que lo vigilan desde lo alto de algún mueble, con sus ojos fríos y sin alma, esperando el momento justo para saltar sobre usted.
Estos animales romperán tu remera favorita sin sentir nada de culpa, son psicópatas, triturarán el último rollo de papel higiénico por simple placer, incluso orinarán en rincones de tu dormitorio que ni siquiera sabes que existen.
¿Existe algo peor que meterse en la cama después de un largo día de trabajo para darse cuenta que sus pies se encuentran en una piscina fría de orín felino? Sus sabanas arruinadas, su colchón arruinado.
Luego la paranoia... ¿Lo habrá hecho de nuevo? Mejor dormir con la puerta herméticamente cerrada, una linterna de mano pronta, pero lo peor es el sonido ensordecedor de los pasos en el silencio de la noche que no le permiten conciliar el sueño.
Los dueños de gatos son las personas más rencorosas del planeta, almas egoístas que no saben nada de la pasión humana y la devoción. Es gente que niega las grandes responsabilidades que el Señor exige de nosotros, la belleza del amor y las recompensas del matrimonio para siempre.
Comentarios
Saludos y bendiciones reverendo espero una nueva publicacion un su admirable blog muy pronto
Ustedes tienes una Doctrina sin Base biblica.