"Si quieres ganarte el cielo, debes mantenerte puro"
¿ Se han preguntado para que estamos en esta vida?
Algunos me dirán que para ser felices
Otros que para gozar
Otros que para tener hijos
Otros que para escribir un libro y dejar huellas
La respuesta es muy sencilla: Estamos aquí para ganarnos el Cielo.
De cada 100 personas que se condenan al Infierno, 75 se deben a los pecados del sexo, esto se sabe por revelaciones hechas a los santos. Por eso, aunque pensemos que es sabroso, aunque nos guste, aunque sintamos mucha inclinación hacia este pecado debemos controlarnos y aplicar las siguientes reglas para no ser esclavos del cuerpo.
1) Casarse
2) Huir de la Ocasión
3) Orar
4) Hacer Sacrificios
5) Confesión y Comunión frecuentes
1) Casarse: San Pablo en la Biblia recomienda a quienes no se sientan capaces de mantenerse castos que se casen. El sexo en el matrimonio no es pecado porque el sexto mandamiento dice: “No Fornicarás” y fornicar significa mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, es decir, cuando somos novios y cuando una vez casados nos buscamos una amante.
Los viudos tampoco pueden tener sexo sino hasta que se vuelvan a casar.
Pero ustedes me dirán que no es fácil casarse porque el matrimonio por la Iglesia es caro, porque no tengo una casa donde vivir con mi pareja, porque me da miedo que mi pareja me salga mala o porque sencillamente prefiero seguir así.
Y yo les sugiero que pongan las cosas en la balanza, o sea, comparen que si no se casan y siguen pecando con el sexo lo que les viene es infinitamente peor.
Recuerden que la Salvación o la Condenación es para la eternidad, de ahí no se sale, una vez muertos no habrá otra oportunidad, las oportunidades las tenemos en esta vida y tenemos que aprovecharlas.
2) Huir de la Ocasión: Esta es la regla de oro para evitar que caigamos. Tal vez a estas alturas ustedes todavía puedan pensar que porqué no debemos “gozar” con el sexo si es tan divertido. Y yo les respondo que las cosas de este mundo son efímeras, pasajeras, en cambio el Cielo es para siempre y los que vayan al Infierno también lo harán para siempre.
He escuchado a algunos que me dicen: “me iré al Infierno feliz porque sé que he gozado bastante” y les respondo que cuando estén en el Infierno ese va a ser para siempre su tiempo presente, el pasado no les aliviará el dolor que sentirán ni la tristeza indecible de saber que no saldrán de allí.
Si se acuerdan cuando eran niños, en aquellos tiempos les fascinaban los juguetes, los paseos, los dulces y les apuesto a que eso hoy en día tal vez les pueda alegrar esos recuerdos pero no les alivia ningún dolor que estén teniendo en el presente.
Asimismo les va a ocurrir en el Infierno, la “gozadera” del pasado, esa misma que los llevó allí no les va a quitar ese sufrimiento.
Por lo tanto debemos huir de la Ocasión de pecar, si sabemos que una persona nos despierta unos grandes deseos debemos evitarla, si sabemos que nos excitamos por la vista entonces debemos evitar las películas pornográficas y las páginas obscenas de Internet y todo lo que nos atraiga hacia ese abismo.
Hay algunos que dicen que quieren evitar caer y vienen y se meten a ver un espectáculo de stripers, así lo que logran es que en su mente haya mas combustible para el pecado.
3) Orar: Al estar en compañía de Dios podremos vencer las tentaciones. Debemos convencernos de una cosa: siempre tendremos tentaciones, por una parte Dios nos prueba de esa manera a ver si somos fieles y por otra los demonios y espíritus inmundos siempre quieren hacerte caer para que los acompañes en el Infierno.
Tal vez ustedes me digan: ¿Porque Dios nos prueba si sabe que somos débiles y podemos caer?
Y yo les digo que cuando Dios nos prueba siempre nos da la fuerza para resistir, por lo tanto nunca tendrán ustedes una tentación mas fuerte que ustedes si ésta viene de Dios, pero no la enfrenten, húyanle, en la guerra de los sentidos triunfan los cobardes, si una persona los invita a hacer actos impuros rechácenla, descártenla, si es por teléfono mejor o de cualquier otra manera que no sea presencial, con tal de no verla y no caer en la tentación.
No importa que queden con fama de poco hombres en el caso de los hombres o de sometida en el caso de las mujeres porque es preferible eso a tener que arder en el Infierno. Además porque hacerle tanto caso al que dirán si lo que nos importa es la opinión de Dios.
Cuando comencé a escribir esto en verdad no pensé que iba a tener tantas críticas, no quiero que confundan las cosas, la cuestión no es ser abstemios en el sexo. Este mandamiento no prohíbe tener sexo, sólo lo prohíbe fuera del matrimonio.
Y si me preguntan si se puede llevar una vida que no sea aburrida actuando de esa manera la respuesta es categóricamente SI, porque cada persona que así actúa sabe que lleva una conciencia limpia.
Cada quién es responsable de su salvación.
Dios nos puso aquí para que con esfuerzo nos ganemos el Cielo que Él con infinito amor nos ha preparado.
Fuente original: www.diezmandamientos.blogspot.com/
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